04 enero 2025

Día #7: Saint-Michel - Belcier

Hoy hemos recorrido desde muy temprano el barrio de Saint-Michel. Aunque no son barrios que se diferencien mucho unos de otros (por ejemplo, el de Saint-Pierre con el de Saint-Michel, o el de Saint-Seurin con Chartrons), en algún lugar hay que poner los límites para poder planificar los recorridos y no ir de acá para allá sin sentido. En algunas zonas de Saint-Michel, por ejemplo ya estuvimos hace unos días, en la Plaza de la Victoria y la Puerta de Aquitania. Hoy, hemos empezado la visita a este barrio tan multiétnico por la zona de los muelles, por el Quai des Salinières (por los almacenes de sal que había aquí en el pasado). Aquí seguimos admirando la arquitectura y los numerosos mascarones que adornan las fachadas. 

A medida que avanzábamos hemos visto la Fontaine de la Grave, una fuente bastante peculiar que más bien parece una columna de piedra de estilo antiguo y al que un cutre mercadillo no le hacía justicia.

Más adelante, la Porte de la Monnaie, la única de las seis puertas medievales que ha conservado su aspecto original y que está totalmente integrada entre las casas.

Antes de visitar la zona interior del barrio, hemos hecho un desvío hacia Belcier, un barrio que se ha vuelto irreconocible en el espacio de unos pocos años. Abandonado durante mucho tiempo, solo se percibía como la parte trasera de la estación de tren. 

El edificio insignia del distrito es MECA, un centro que alberga varias instituciones culturales de arte contemporáneo, el cine y la performance. Sus medidas son imponentes, pero lo que más impresiona es la geometría de sus líneas y la singularidad de sus volúmenes.

Muy cerca, la Gare Saint-Jean con una elegante mezcla entre arquitectura antigua y moderna...

 

...y que cuenta con un enorme vestíbulo con estructura metálica y un techo de cristal, diseñado por Gustave Eiffel, que es el más grande de Europa.

De vuelta al centro, la imponente Iglesia de la Saint-Croix nos ha cautivado con la asimetría de su fachada románica, adornada con esculturas muy elaboradas y rosetones muy detallados.


Algún edificio bonito...

...un cafecito de especialidad...

...y visita al Mercado de los Capucinos, el mercado más grande de Burdeos que representa la tradición del comercio local.

Es sábado y el ambiente es fenomenal. Colas para comprar en la quesería, carnicería, panadería...


Entre los puestos de venta, otros para parar y degustar alguno de los típicos productos, cosa que hemos hecho. Hemos optado por unos Mules et Frites (mejillones y patatas) que estaban cocinados con tomate y salchichas. Muy sabrosos.

En la plaza principal sobresale una torre del resto de la ciudad, es el campanario de la iglesia del mismo nombre que la plaza, la Iglesia de Saint-Michel, la iglesia parroquial más grande de Burdeos. En su interior, destaca la amplitud de naves y la altura de sus columnas, pero sobre todo sus vidrieras multicolores. 


La Flecha es como llaman a este campanario, que con sus 114 metros es el 2º más alto de Francia. 

Algunos detalles de las calles cercanas a la plaza...


Por cierto, no lo hemos comentado, pero hoy apenas ha llovido, y a medida que transcurría el día, la temperatura ha ido en aumento. Y eso se ha hecho notar en la afluencia de gente en las calles, tiendas y terrazas. Hemos repetido, no lugar, pero sí un riquísimo té a la menta.

Justo al lado, también hemos aprovechado para comprar la cena en Populaire, una sandwichería que un antiguo cocinero de Gordon Ramsay abrió hace unos meses (recordaros que Ramsay tiene 2 restaurantes 'estrellados' en Burdeos). Hemos optado por uno de arenque ahumado con encurtidos y parmentier de patata.

Ha sido un día de mucho caminar, de ver muchas cosas...

...en un bonito ambiente de sábado, ir de compras también cansa 😁… así que hemos ido poco a poco de vuelta al apartamento. Por cierto, el bocata estaba muy, pero que muy rico!

Seguiremos informando.

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