Hoy ha tocado madrugar, y no porque Burdeos se encuentre muy lejos de Bilbao, sino para poder aprovechar el día al máximo. Pues que conste que así ha sido. Salíamos de casa pasadas las 8 de la mañana, y con las primeras luces del día, poníamos rumbo al país galo. Poco tráfico, un cielo despejado y, por momentos, muchos bancos de niebla que hacían que la temperatura que marcaba el coche no subiera de 4ºC durante todo el viaje. A eso de las 11:30 hemos llegado a nuestro apartamento, ubicado en el quartier de Chartrons, el barrio de los anticuarios, la zona elegida para nuestra estancia por ubicación, ambiente e historia.
Desempacar las maletas, organizar las cosas en el apartamento, y a la calle. En menos de 15' nos hemos plantado en la Place des Quinconces, una de las plazas principales de Burdeos, la plaza abierta más grande de toda Francia y una de las más grandes de Europa. Es un impresionante espacio, donde se organizan ferias, conciertos, mercadillos, etc. y que este año, por vez primera, ha acogido el Mercado de Navidad que termina mañana domingo.
El Marché des Grands Hommes se encaja en una plaza en la que confluyen varias calles, cada una con el nombre de algunos de los más grandes pensadores del Siglo de las Luces, «grandres hombres» franceses: Montesquieu, Voltaire, Montaigne, Rousseau … de ahí su nombre.
A lo largo del paseo, un par de menciones a Francisco de Goya, ya que el pintor vivió en esta ciudad exiliado los últimos cuatro años de su vida. Por un lado la placa en el Instituto Cervantes, que ocupa la casa donde vivió el pintor; y por otro, una estatua donada por la ciudad de Madrid en tiempos del alcalde Enrique Tierno Galván, hecho que da muestras de la influencia de Goya en Burdeos.
Un par de passages o galerías comerciales cubiertas por el camino (el Passage Sarget y las Galerías Bordelesas), y que todavía conservan gran parte de su encanto, con sus vidrieras. Visitarlas es como viajar en el tiempo.
Aunque algo escondida, la Iglesia de Notre Dame es una verdadera joya del barroco en Burdeos, con sus vidrieras, sus rejas de hierro forjado y, sobre todo, su órgano, cuya caja está clasificada como monumento histórico.
Adosado a ella, el Cour Mably, un lugar cultural construido en uno de los dos claustros que quedan del convento jacobino donde se ubica la iglesia.
Llegamos a la Place de la Comédie, la parte más ostentosamente impresionante de Burdeos. Estamos en el corazón del Burdeos elegante, en una plaza muy animada y con mucho glamour, paradigma del estilo clásico francés. Aquí podéis ver un vídeo del ambiente de la plaza.
La plaza es el hogar del icónico Grand Théâtre, sede de la Ópera Nacional de Burdeos y famosa por su fachada neoclásica con sus doce columnas corintias...
...así como el lujoso Grand Hôtel de Bordeaux, galardonado en 2018 con el premio al mejor hotel de Francia, y que entre sus lujos es la casa de dos restaurantes comandados por el famoso chef Gordon Ramsay.
La plaza también acoge 'Sanna', la escultura del catalán Jaume Plensa, una enorme cabeza que representa una figura femenina.
A uno de los lados de la plaza se abre a la famosa Rue Sainte Catherine, la columna vertebral de Burdeos, una de las calles comerciales peatonales más largas de Europa (1,4 km), y sin duda alguna, una de las más concurridas.
Nos desviamos por Rue Porte Dijeaux, hasta una de las cuatro puertas históricas, que desemboca en la Plaza Gambetta.
Una parada cultural en la librería Mollat, la primera librería independiente de Francia (en términos de facturación y libros en las estanterías) y donde, como hecho curioso están las pequeñas notas de recomendación que los empleados de la tienda dejan en los libros que les gustan. ¡Nos llevamos algo de lectura en francés! … ¿alguien se aventura a adivinar de qué 'príncipe' se trata? 😀
Seguimos callejeando, con un frio que pela, así que hemos optado por tomarnos un chocolate caliente en Lalère, toda una delicia. Una pasada la cantidad de chocolaterías de las de toda la vida que hemos visto en poco espacio, y todo tiene su explicación. Cuando Ana de Austria, infanta de España, vino a casarse con el rey de Francia Luis XIII, lo llevó en sus maletas y atravesó Biarritz y Bayona, que han mantenido la tradición... y luego a Burdeos, donde se casó. Y es que el consumo del cacao en la corte española era ya una moda, gracias en gran medida a Carlos V, soberano de España que presidió las conquistas de América. ¡Y así es como el chocolate se dio a conocer en Burdeos y se estableció en la corte de Francia! En s.XVIII, en una época en la que el comercio marítimo con las Antillas estaba en pleno apogeo, Burdeos era el principal puerto de Francia. Junto con las especias y el azúcar de caña, el cacao es uno de los productos básicos que componían este comercio.
Es sábado, estamos en medio de las vacaciones navideñas y eso se hace notar en la cantidad de gente que hay en estas calles tan comerciales. La noche se va echando encima, la niebla vuelve a hacer acto de presencia pero las navideñas luces decorativas hacen de estos momentos, algo especial.
Para cerrar la jornada inaugural, un paseo por los puestos de artesanía del mercado de navidad y un riquísimo vino caliente, procedente de uno de los chateaux de la zona del Medoc, cercana a Burdeos.
Seguiremos informando.
Hola chicos!! Preparada para seguir vuestra bitácora como es tradición todos los fines de año. Disfrutad de esa magnífica ciudad francesa. A biantôt!!
ResponderEliminarBesitos
El princip-ito?
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